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Siempre se habla de lo que sienten los siervos pero pocas veces he leido nada de Amos o Amas que compartan lo que sienten por y con sus esclavos.

Te has de mantener en tu puesto, no has de dejar entreveer tus sentimientos, no te dejes llevar por la ira, se paciente, has de controlar siempre....diossss que pesadez.

A veces no me apetece nada de eso, me enfado ....bueno y qué, no soy paciente...algún problema con ello?, mis sentimientos.... joder adoro a mis esclavos...para que controlar? no quiero.
Quiero hablar con ellos, mirarlos a los ojos, fundirlos con mi mirada, me gustan, los deseo, me dan placer, me satisfacen, me complacen, me miman, gozamos cada uno en su rol de nuestros momentos, me preocupan, los busco, quiero que esten bien, que se sientan bien, vivimos nuestros sueños, nuestros deseos y anhelos, nos duele la distancia e incluso a veces nos duele el entorno que nos rodea ya que no nos deja vivir esa vida, nuestra vida, nuestro sueño en LIBERTAD.

Y el Ama se siente sola. A veces su alma llora al recordar, al pensar en sus esclavos, sus perros, en todos aquellos que en su día se ofrecieron en cuerpo y alma y que por distintos motivos no están cerca de ella.

Esclavos, perros, siervos y sumisos ...las joyas de este nuestro mundo.


 TEXTO: © Ama Brishen
 Imagen: La ben plantada  de Eloisa Cerdan