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¿No es una monada?

Es una pequeña mata de pelo suave y revoltosa, inocente, con idependecia para llevar a cabo por si mismo algunas acciones como correr por el jardín, o morder la pata de un sillón.

Y un regalo de uno de mis últimos sumisos.

Si deseo que deje de morder el sillón, soy yo como dueña suya quien está en obligación de enseñarle que eso está mal, que no me gusta, y hacerlo sin que llegue a temerme al punto de que se acabe escondiendo de mí debido al miedo y la desconfianza.

Para otras cosas depende enteramente de mí. Llevarlo al veterinario y cuidar de que su salud esté bien. Su comida, su aseo, o sus paseos por el campo.

También con el tiempo según vaya avanzado su edad adulta habrá de aprender como comportarse ante extraños o delante mio.

Una vez que sea adulto, su comportamiento y como esté cuidado será un reflejo de su dueña.

Si esta mal aseado o no tiene al dia sus vacunas será porque su dueña haya sido descuidada.

Si no sabe comportarse ante extraños será porque yo tampoco se hacerlo o no he sabido enseñarle.

Hoy me ha dado un poco de bajón.
Cesc uno de mis antiguos sumisos y el autor del regalo se ha puesto en contacto conmigo para pedirme las fotos que hubiera sacado en la época en que fuí su Ama.

Me desilusionó bastante.
No por el hecho de que tuviera en mente desde hace un tiempo elaborar un calendario con las cuatro estaciones y él fuera otoño y verano.

Era un proyecto que habíamos hablado antes de que Cesc decidiese que los partidos de liga, las visitas al MUSAC o al Guggenheim con Titus mi otro sumiso, para las últimas exposiciones tenían más prioridad que una sesión conmigo.

Me ha dolido porque he pensado que fallé en lo más básico.
En la confianza.
Ya que si esa hubiera existido seguiría intacta a pesar de la ruptura.
Y si a lo que ya no estaba dispuesto es a que usara esas dos fotos suyas, con haber dicho eso de manera directa habría bastado. No hubiera sentido la necesidad de pedir la devolución de todas sus fotos temiendo que yo rompiese la regla de no usarlas sin consentimiento previo.

Le pregunté con un poco de rabia, si también quería que le devolviese a Luka. Sabiendo que ni por asomo.

Me contestó que no, que era un regalo y que era mío.

No tuve ánimos, ni ganas de comentarle que igualmente las fotos eran un regalo y por lo tanto mías y que el hecho de que me las pidiese, estaba fuera de lugar.

Me pregunto... ¿ En que punto falle?