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Desde que cambiamos el lugar de las sesiones y decidimos el paso de que serían en mí casa, muchas son las cosas que han cambiado en este mes y medio.

Poco a poco z obedientemente se ha ocupado de algunas de las tareas de la casa.

Tuvo sus momentos en los que se hizo preciso recordarle que hay otros sumisos que quieren estar a mi servicio, así que más le valía por su bien, asegúrarse de hacer algo útil y mostrar su gratitud por el servicio.


Ahora se muestra más diligente en sus tareas domésticas. Tan sumamente diligente en algunas como el planchado de la ropa, que sin que él sepa, ha provocado que los lunes, día en que mi asistenta se ocupaba de esa tarea, le sobre tiempo.

La verdad es que z lo hace mejor, no se me distrae tanto, y pone más interés en que no quede ni una arruga en ninguna de mis prendas.

Me encantaria que z se ocupase de los cristales de mis ventanas, con nada más que su collar, sus medias, delantal y su cadena de pizas en los pezones... (susiro)

Lamentablemte para mí, no va a poder ser, al menos por ahora, es verano, época de vacaciones escolares y todas mis ventanas dan a una plazoleta donde las madres dejan todo el dia a sus hijos jugando, y cuando hay menores por medio, pues no es una opción.