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Soy de la opinión de que el CB (cinturón de castidad), para los sumisos es más un premio que un castigo.
Les facilita la tarea del control del orgasmo. Morbo, antcipación, sensación de pertenencia hacía el Ama que posee la llave y el control de sus orgasmos.

El sumiso con CB aspira a excitarse lo menos posible mientras lo lleva puesto, auque no ignora que habrá momentos en que su propia fisología masculina no le salvará de sus estados matinales de automática excitación.

Hasta ahí el premio...

Hay algunos que se las prometen tan felices con su "premio",  que hasta  visualizan su modelo de CB que quieren llevar puestos, y se llevan el primer chasco cuando se dan cuenta de que eso no es así, que será su Ama quien elija el modelito en cuestión...

 Valoro más un estado de castidad mental donde el sumiso por sí mismo se autolimite a obtener placer en presencia de su Ama y renunciando de manera voluntaria a autosatisfacerse, si no es en presencia y a la ordén de su Ama.

La castidad más valiosa para mí no es la impuesta por un candado físico, si no la del candado mental, que se da cuando el sumiso desea mantenerse casto para su Ama.

Los CB para mí son objetos..., juguetes con los cuales torturar más al sumiso, para poco a poco pasar a conseguir del sumiso no sólo la castidad física si no la más valiosa, la mental.