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De niña yo quería ser astronauta, pero nunca me preocupé de interesarme que tenía que hacer, aprender o que otro tipo de requisitos eran necesários, para llegar a ser astronauta y viajar a la luna. Lo que si tenía claro, es que los astronautas no debían sufrir de vértigo. No hace falta decir, que no acabé siendo astronauta.

En éste bello mundo del Bdsm,  sucede lo mismo. Todos quieren ser sumisos. Estar ahí. Tener un Am@. Y disfrutar de los bellos placeres y grandes alegrías de ser sumiso.

Pero pocos, muy pocos, uno entre quinientos, se preocupan seriamente de que hay que hacer, que necesitan saber, cuales son los requisitos, para llegar a ser un sumiso con collar.

Existen, grandes iluminados, que llegan un día, con la única molestia tomada de haberse registrado en la web de turno como sumiso. Y ya ,no es que no se interesen de como o que hacer, es que directamente, piden que le busquen un Am@.

Luego está el grupo, de los que realmente no están dentro, pero periodicamente, como entre una vez al mes, o veinte dias, según les dé, spamean un copy and paste a todas las Am@s o Dóminas, que se han tropezado en el ciber mundo Bdsm. Como cuando vas a pescar, echas la red y te vas a casa a dormir, hasta el dia siguiente que regresas, para mirar si ha picado algo. Lo bueno que tiene este grupo, es que en el dia a dia, como no están, no dan guerra.

Luego existe el grupo, de los que buscan con constancia. Pero con orejeras de burro, bien puestas. Más o menos son iguales que los descritos en el grupo anterior. La diferencia, es que en vez de con red, pescan con caña, y no se echan una siesta, están ahí constantemente mirando si el sedal se mueve.

Dentro del grupo anterior, está el subgrupo de los mártires. No entienden, que lleven meses y no encuentren. Que envidia de los que encuentran! Pero, solo se quejan, ni una sóla vez, se interesan por "¿Qué no estoy haciendo bien?"

Es muy cierto, que encontrar Am@, no es fácil. Por pura y simple proporción matemática, de oferta y demanda. Pero es que no solamente no es fácil, tampoco es sencillo.

Para ser sumiso, no sólo se necesita las ganas de ser sumiso, se necesitan, cualides, requisitos, actitudes y aptitudes.

Muchos o casi todos los sumisos ( y algún Dom), expresan su envidia, y su cruz de no encontrar, a pesar de llevar "meses" buscando, ante una pareja D/s que tiene a bien compartir sus experiencias, o cuando el simple reflejo de su interactuación, dejan patente la confianza, la complicidad, la intimidad y la alegria que eso les agrega a su dia a dia.

Envidiar si, que para eso estamos en España y envidiar al vecino de al lado viene en el Adn. Pero interesarse en cómo llegar ahí, más allá, de "haber si tengo la suerte de encontrar un Am@ que me enseñe..." Tan pocos que no da para una preselección de astronautas para el siguiente relevo de la ISS.

En esta otra entrada hablé de los  distintos collares físicos usados por los sumisos:

Es la postura básica de una persona sumisa. La más conocida de todas. Con esta pose el sumiso se muestra dispuesto a complacer al Ama.

Fijaos: arrodillado, descansando sobre sus talones, la espalda erguida, las piernas bien separadas en señal de exposición sin reservas y las palmas de las manos abiertas y apoyadas sobre los muslos.

Me encuentro hastiada de todos esos sumisos que cuando adjuntan una foto para presentarse usan una frontal de pie, desnudo y la polla más o menos a medía hasta.

Foto que no me dice nada por muy agradable que sea el cuerpo de ver.

Yo no valoro un sumiso por el tamaño de su polla, es el órgano que menos me interesa a la hora de tomar en cuenta un sumiso.

Tiene más peso para mí una imagen que me hable del sumiso, de su voluntad de entrega y capacidad para servime. Hechos ambos en los que los centímetros de su polla son irrelenvantes.

El único momento en que tengo en cuenta el grosor y longitud de la polla de un sumiso, es cuando le tomo las medidas para un CB, y nuevamente es algo secundario porque hay CBs para todas las tallas...

Puede que a ti te sirva cualquier Ama. A mí no me sirve cualquier sumiso.

Tu buscas cualquier cosa, yo busco mi tesoro. Ese tesoro que como todos los tesoros, son únicos  y de incalculable valor.

Puede que tu no te valores a ti mismo, pero yo si valoro todo lo que es mío.