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Me he tomado la libertad y el lujo, de tomarme un par de semanitas de vacaciones, así, sin avisar ni nada. Porque cada vez que aviso y planeo, algo sucedía que fastidiaba mis planes.

En éste humilde blog, no se ha notado, ya que la periocidad de entrada es de 20 dias, día arriba, dia abajo. Depende del humor. Entre otras cosas, porque nunca me he tomado el blog, como obligación, si no como devoción.

Donde si ha dejado huella es en mi correo, y en los buzones de algunas webs en las que participo.

Y es al ir abriendo mensajes, que me he dado cuenta de lo bien que me han sentado las vacaciones. Porque no es lo mismo, llevar las tonterías seudo bedesemeneras al dia, que leerlas todas de golpe, ahí, sin anestesia, una detrás de otra.

Damas y caballeros, soy sádica, no masoquista, por lo que leída la quinta tonteria del día, y tras revisar la existencia o no existencia de mensajes de gente de mi entorno cercano y de confianza, el resto... Directas a la papelera.

La quinta me hizo aflorar el suero de la verdad, y aunque paso de contestar, por el tiempo que eso me llevaría y que prefiero invertir en temas más productivos para mí.

Aunque no por ello dejé de pensar: "¿Qué tu me querías de sumisa?"

"Y yo a tí de planta, para poderte regar a diario con el agua de fregar el suelo."

El tiempo no invertido en seguir leyendo correos y mensajes, que no aportan nada, salvo un aumento gradual del suero de la verdad a mi caracter, lo he usado en actualizar mi Tumblr.


Visitarlos los que queraís, los que no queraís no, que obligación nunca hay.

Os contaría como han sido mis dos semanitas de vacaciones, pero a parte de cortas, muy cortas. Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las vegas. Tal vez en la siguiente entrada, cuando compartir momentos especiales no cueste tanto, porque aún se estén saboreando ofrezca alguna pista. O no, nunca se sabe..